Hoy quisiera agradecer a todas las mujeres del mundo.

A las que trabajan sin parar para pagarse los estudios y tener una vida mejor, a las que lo hacen para darle de comer a sus hijos, a las que a diferencia de éstas, trabajan para viajar y comprarse zapatos. También a las que trabajan sin cansancio por cambiar nuestros derechos desde el ejemplo, asumiendo injusticias, sueldos desiguales, tratos deshonestos y burlas, las que tienen que romperse el lomo para ser valoradas y que se las escuche.

AGRADECER en mayúsculas a las que trabajan sin remuneración, esas que son “amas de casa y nada más”; las que solamente cocinan, limpian, hacen las compras, educan, cambian pañales, regalan abrazos, duermen poco y escuchan mucho, consuelan lágrimas; las que son decoradoras, maestras, amantes, esposas, deportistas, uffff!.

Agradecer también a las que se atreven a soñar y seguir sus sueños, las emprendedoras, las empresarias, las independientes, las que laburan día y noche, feriados y festivos y también los fines de semana. A todas ellas, gracias por haberme inspirado y dado confianza.

Coincido que este día es parte de una lucha por nuestros derechos y quizás no hay mucho que festejar porque hoy nos faltan muchas mujeres y en Latinoamérica cada dos horas y media nos falta una más, pero siempre está bien felicitarnos, reconocernos y valorarnos por lo que somos y por lo que hacemos, es por eso que hoy quiero decirles a ustedes, mis heroínas, ¡¡Feliz día de la mujer!!

Romina Canizzo